Luego
de un año con oleajes y a la deriva por momentos… después de los cambios de grupo, de docente, de
visitar distintos turnos y de variar programas, hemos llegado a tierra firme.
Luego
de insistir e insistir, machacar y machacar (dijera nuestra amiga Cristina), después
de haber pasado medio año, hemos llegado a nuestro lugar.
Luego
de pasar los primeros meses del año con un grupo disperso, después de pensar
que ya no nos escuchaban, hemos llegado a obtener nuestro grupo, en nuestro
turno.
Grupo
de tercero de profesorado y maestro técnico, grupo que necesitábamos, donde
podemos hacer referencia a estudiantes adolescentes y jóvenes, diferencia que
teníamos al estudiar con magisterio, diferencia que notábamos y bastante.
Al
culminar este año lectivo, más corto para algunos, más largo para otros, hemos
completado con nuestros objetivos.
Un
saludo a nuestros profesores que adaptaron un programa extenso, para que
nosotros pudiéramos cumplir con la curricula, los que se animaron a aceptar un
curso apurado pero sin perder los objetivos.
A
los compañeros de seguro nos veremos en estos días, y las clásicas reuniones se
repetirán seguido según den las agendas, cargadas como siempre.
Un
saludo… y hasta el próximo año.